Acompañando al equipo de ‘Sirât’ como fotógrafo

GETTY IMAGES | El equipo de <em>Sirât</em>, con el director Óliver Laxe más alto en medio, los <em>travellers</em> de la película y Sergi López en el extremo derecho con el niño Bruno Núñez, en la alfombra roja del Festival de Cannes 2025
GETTY IMAGES | El equipo de Sirât, con el director Óliver Laxe más alto en medio, los travellers de la película y Sergi López en el extremo derecho con el niño Bruno Núñez, en la alfombra roja del Festival de Cannes 2025

MARCO BARADA. Sirât, de Óliver Laxe, tuvo el pasado jueves una gran acogida como película de competición oficial en el Festival de Cannes de este año. El gallego estuvo acompañado por buena parte de su elenco en el film, con Sergi López como único actor profesional, el pequeño Bruno Núñez y cinco de los auténticos travellers (nómadas de las rave) que participan en la cinta. Y esta es la crónica de cómo seguí a todo el equipo en los momentos previos de subir por la mítica alfombra roja.

Laxe es un tipo enorme. Altísimo. Da igual cuánta gente haya, siempre se le ve sobresalir como elevándose sobre la multitud. Su actitud es imponente a la vez que seductora, cálida y dura, humilde y visionaria. Esta su cuarta película, Sirât (estreno en España el próximo 6 de junio), es la producción más grande que haya hecho hasta la fecha. Cuenta con el gigante audiovisual español Movistar + y el apoyo personal y profesional de su ya exdirector de ficción Domingo Corral (además de 4 x 4 Productions, Filmes Dar Ermida, Uri Films, Los Desertores Films), así como con Pedro y Agustín Almodóvar de El Deseo. Y el gallego vuelve a Cannes al festival que le vio nacer y le ha recibido en todas y cada una de sus películas en diferentes secciones.

Esta trayectoria forma parte de un proceso de investigación fílmica que nació del llamado Novo Cinema Galego, con exponentes como Lois Patiño, Eloy Enciso o el propio Laxe. En esta película, grandes nombres de aquel grupo como Santiago Fillol (coguionista) o Mauro Herce (director de fotografía) vuelven a crear ese cine sensorial, etéreo y diferente a todo que surgió en Galicia en la década pasada.

Ahora, quedan unos minutos para que llegue la comitiva de coches oficiales para llevarlos a la alfombra roja y, tras ello, a la proyección de la película como culminación de este proceso. El ambiente es eléctrico. Todo el mundo está inquieto y emocionado, hay mucha expectación. La gente se abraza, se felicita y muestra su incredulidad por lo inminente de la culminación de su odisea cinematográfica por el desierto del Atlas que relata la cinta. Están los directivos de Movistar+, Esther García y Agustín Almodóvar de El Deseo. Pero ni rastro de Óliver. Sí que está Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del gobierno español y ministra de Trabajo y que ha venido a apoyar al director gallego en su primera presencia en competición oficial.

Camino de la alfombra roja

GETTY IMAGES | Otra imagen del equipo de <em>Sirât</em>, esta vez con Sergi López el primero por la izquierda, el director Óliver Laxe más alto sonriendo y uno de los <em>travellers</em> de la película levantando contento su mano, en plena alfombra roja en Cannes
GETTY IMAGES | Otra imagen del equipo de Sirât, esta vez con Sergi López el primero por la izquierda, el director Óliver Laxe más alto sonriendo y uno de los travellers de la película levantando contento su mano, en plena alfombra roja en Cannes

Los nervios están a flor de piel. Hay quien comenta que “esto es como una boda”. Se hacen las fotos correspondientes, todo el mundo quiere inmortalizar ese momento con alguien otro. Empiezan a llegar los actores. Se suceden los abrazos fuertes, de esos que te levantan del suelo y te hacen crujir la espalda. Las sonrisas no se pueden evitar. Sergi López está muy risueño pero tranquilo. Aprovecha para hacer un vídeo mostrando la comitiva, parada ante ellos a la espera. Saluda a diestro y siniestro, soltando risotadas expansivas cada vez que habla con alguien. No se olvida de abrazar y charlar con Bruno Núñez, que interpreta a su hijo en la película y para el cual todo esto es nuevo y desconocido.

Los padres del niño me cuentan que ya estuvo en el Festival de San Sebastián presentando La Mesías (Javier Ambrossi y Javier Calvo, 2023), aunque allí es todo más pequeñito, más recogido, más familiar. Esto es Cannes y para cualquiera, pero especialmente para un niño, puede ser intimidante lo que le espera: caminar por la alfombra roja y ser acribillado por miles de flashes y gritos desesperados para llamar su atención; entrar en una sala de cine gigantesca llena de gente; ver su trabajo proyectado en una pantalla enorme; y enfrentarse a una ovación que puede durar hasta 22 minutos (la media está entre seis y ocho). Los padres de Bruno me miran pensativos cuando les detallo en qué va a consistir todo.

Y por fin aparece Óliver. Sobresaliendo evidentemente por encima de los demás, se le mira como quien admira a los novios caminando hasta el altar, preparados para una liturgia ancestral. Sus abrazos son cálidos y cercanos, sinceros. Todos quieren tocarle, todos quieren un pedacito de él en ese momento mágico. En especial Yolanda Díaz, que le agarra la cara como una tía orgullosa de su sobrino que ya se ha hecho mayor. Se cogen de las manos, se abrazan de nuevo y se dan besos. Laxe sigue y repite con Domingo Corral al que levanta del suelo con efusividad y agradece su visión y apoyo. Tampoco deja escapar la oportunidad de fotografiarse con compañeros de viaje del Novo Cinema Galego como Patiño o Felipe Lage.

Y llegó la hora. La noche ha caído ya. Los directivos, los actores, poco a poco todos se suben a los coches oficiales. Sólo quedan Sergi y Óliver. Se dan un último abrazo, antes de que el actor catalán también se suba al coche. Laxe, antes de subir, tiene un momento de introspección, solo en la calle, con la puerta abierta. Coge aire y cierra los ojos. Y acto seguido, entra en el coche camino de la alfombra roja.

* Especial Festival de Cannes 2025

 

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