Lala &ce, rostro etéreo del Nuits Sonores 2022

ARCHIVO | La lionesa Lala &amp;ce, rodeada del humo de su <em>cloud rap</em>
ARCHIVO | La lionesa Lala &ce, rodeada del humo de su cloud rap

VICENÇ BATALLA. En una web trilingüe como esta, a los dos lados de los Pirineos, hablar de las nuevas escenas del rap, y ahora del trap, no siempre es sencillo porque estas escenas en las lenguas propias a menudo se enfrentan al muro del idioma del que siempre salen ganando los Mc ingleses y norteamericanos. Aunque a estos tampoco los entendamos del todo con su argot. Ahora, afortunadamente, ha traspasado fronteras el flamenco urbano de Rosalía. Quizás, salvo las diferencias intrínsecas, es el momento de presentar en el mundo latino a la rapera francesa, medio marfileña, residente los últimos años entre Londres y París, Lala &ce, hija del cloud rap de las nuevas generaciones alimentadas por internet, el Auto-Tune y unas voces ralentizadas que se funden con las bases hasta destilar su particular niebla sónica. Este es el rostro que hemos escogido para hablar de la programación siempre original del festival lionés Nuits Sonores 2022 (25-29 de mayo), que se reinventa tras haber atravesado dos años de pandemia y de cuestionamiento existencial.

En su decimonovena edición, el poliédrico Nuit Sonores revierte su naturaleza y sus tradicionales cuatro noches se convierten en cuatro días en las naves de las Antiguas Fábricas Fagor-Brandt que ocupa el certamen desde 2017. Y, al revés, las cuatro jornadas diurnas propuestas a cuatro artistas pasan a ser citas nocturnas en el lugar histórico de La Sucrière. Paralelamente, el European Lab de debate cultural y político se transforma en NS Lab en la sede de los organizadores del Hôtel71/Heat/H7. Una geografía musical y activista en plena confluencia fluvial del Saona con el Ródano dispuesta a navegar lo más lejos posible.

Lala &ce, por su parte, viene de un poco más arriba. De Bron, donde nació hace 27 años, y de Villeurbanne, donde creció, hija de una madre marfileña profesora de primaria. Después de haber vivido en estos barrios populares de la periferia lionesa con cuatro de sus siete hermanos y hermanas, se fue a estudiar a un instituto del exclusivo sexto distrito de la capital metropolitana porque había escogido como una de las lenguas extranjeras el chino. Una forma de salir de su círculo social más cerrado y poder compararlo con lo que pasaba allí afuera. Pero en vez de aburguesarse, pese a estudiar gestión financiera, se empezó a relacionar con otros jóvenes inquietos por las nuevas posibilidades de hacer música a partir de plataformas como SoundCloud en colectivos como LTRT (y el pionero local de estos sonidos Jorrdee; los pioneros franceses son los PNL) y 667 (un grupo de raperos de origen senegalés). Entre dosis y dosis de lean, una mezcla de Spirit y codeína, que en los noventa se introdujo en el hip hop del sur de Estados Unidos como psicotrópico, Lala &ce empezó a componer sus primeros temas del que salió en 2017 su primera mixtape autoproducida En attendant Xx…

Entre la herencia familiar y el rap de pelotas

ARCHIVO | Lala &amp;ce, en el estudio donde grabó su álbum <em>Everything Tasteful</em> de 2021
ARCHIVO | Lala &ce, en el estudio donde grabó su álbum Everything Tasteful de 2021

Mélanie Berthinier, su nombre real, escogió como pseudónimo la combinación de Lala, como se llamaba su abuela materna, y el acrónimo &ce, que hay que pronunciar como el ace tenístico, inspirada en su gran ídolo Serena Williams tanto por el juego como por sus curvas. En efecto, la andrógina y larguirucha Mélanie es una confesa admiradora de los grandes traseros femeninos. Y, en este sentido, utiliza todos los códigos del llamado rap game con las temáticas del lujo y el sexo como signos de éxito pero invirtiéndolo como reivindicación lesbiana.

Se comprueba en la mayoría del sus videoclips y, especialmente, en el tema Serena-Botcho, de su segunda mixtape Les Sons d’après publicada en 2019. Por su lado, Botcho hace referencia a una crema que se comercializa en Costa de Marfil para hacer aumentar la talla de los pechos y las nalgas y que ha dado pie al popular baile de la bobaraba. Las letras de las canciones de Lala &ce se puede deducir que son una abierta alusión a sus deseos, aunque los mismos franceses tengan problemas para entenderla con su vocalización expresamente arrastrada en que la sensación de sensualidad se transmite, precisamente, por esta dicción tan espesa.

Les Sons d’après lo editó en su época en Londres, donde fue a completar sus estudios y se quedó trabajando en un estudio de foto que era a la vez bar. Se lo produjo el colectivo Risky Business y salió en el sello londinense A4Ward. Posteriormente, decidió volver a Francia e instalarse en las afueras de París, en La Courneuve, donde comparte apartamento con el colectivo &ce Recless con otros raperos de última hornada que los medios franceses definen con cierta delectación como nouveaux jeunes gens mödernes: Bamao Yendé, Boy Fall, Le Diouck, Rad Cartier. Una idea de su actitud queer, provocadora y afrofuturista se refleja en el vídeo de hace tres años VT Zook II.

Un álbum en colectivo

SAM CLARKE | Los tres directores del musical <em>Baiser mortel</em>, Low Jack, Lala &amp;ce y Cecilia Bengolea, en la Bolsa de Comercio de París en octubre de 2021
SAM CLARKE | Los tres directores del musical Baiser mortel, Low Jack, Lala &ce y Cecilia Bengolea, en la Bolsa de Comercio de París en octubre de 2021

Pese a la pandemia, Lala &ce continuó trabajando en su primer álbum propiamente dicho Everything Tasteful (&ce Recless/All Points/Believe), que apareció en enero de 2021 y mayoritariamente en francés. Los 15 temas tienen a un productor diferente en cada caso porque ella prefiere que le envíen las bases gente de distintas procedencias y, después, improvisa su voz y sus letras por encima o busca un/a acompañante para compartir el título. Hay hasta seis featurings, con Rad Cartier, Pull Up Boyz (Rad Cartier+Le Diouck), el también francés Ghenda, los británicos Pucci Jr y Lancey Foux y la estadounidense S3nsi Molly. Esta última, dentro de los estándares morfológicos deseados por la artista y a quien convenció a través de Instagram.

La unidad del disco, con todo tipo de ritmos y ruidos de fondo, lo da la misma voz vaporosa de Lala &ce difícil de atrapar. El tema que se sale un poco de este dulce letargo es Show Me Love, con unas cuerdas rumberas que hace que también sea el más bailable y el que le ha proporcionado hasta el momento un mayor número de escuchas.

El espíritu colaborativo lo traslada a otras participaciones externas. Solo en 2021, protagonizó media docena con músicos franceses de universos diferentes como el productor ahora de rap de Atlanta Vladimir Cauchemar, el cantante de timbre grave Malik Djoudi o el rapero de Perpiñán Nemir. En octubre pasado, dirigió la comedia musical Baiser mortel junto con el productor de electrónica nacido en Honduras Low Jack en la Bolsa de Comercio de París de la Colección Pinault de arte contemporáneo. Intervenían todos sus acólitos con una partitura hecha para la ocasión y donde cada cual interpretaba la muerte a su manera con una coreografía dance hall de la argentina Cecilia Bengolea. Todo ello, aparte de la imagen que ya está sirviendo para numerosas marcas de moda y posando para el Vogue francés.

Carta blanca para voces emergentes

GAETAN CLEMENT | La actuación de Lala &amp;ce, en el Nuits Sonores 2021, acompañada del rapero Le Diouck y la dj Andy4000
GAETAN CLEMENT | La actuación de Lala &ce, en el Nuits Sonores 2021, acompañada del rapero Le Diouck y la dj Andy4000

En la primera de las noches con carta blanca en La Sucrière del Nuits Sonores, el miércoles 25 de mayo, ella también actuará con la dj Andy4000 lanzándole las bases, tal como ya hizo en el Nuits Sonores 2021 excepcionalmente en julio pasado y con nuevos temas como Toxic. Y su selección incluye tras las platinas a Bamao Yandé y los también parisienses Broodoo Ramses y Tatyana Jane, apasionados de sonidos que mezclan el hip hop, el house, el techno y los últimos ritmos africanos. A su lado, se anuncia un mano a mano entre Low Jack y Brodinski, otro de los productores que ha dado el salto al otro lado del Atlántico.

Y como conciertos, tanto en La Sucrière como en el club Le Sucre del ático, la lionesa se ha inspirado de su propio colectivo, con la presencia de Le Diouck, pero a la vez de otros artistas emergentes como la francesa Oklou, fundadora en Londres del sello NUXXE con Sega Bodega y Shygirl, los raperos parisiense La Fève y bruselense Sadandsolo y la nigeriana ahora londinense Midas the Jagaban, que mantiene su anonimato detrás de un pasamontañas blanco.

“Todos hemos nacido sin escogernos”, explicaba Lala &ce cuando salió su álbum en la revista Les Inrockuptibles, “ni su color de piel, ni su sexo, ni su lugar de nacimiento… Pues bien, ten confianza en ti mismo. Eres solo tú quien lo puedes hacer”. Con esta divisa, es la primera artista local que oficia como comisaria en una de las jornadas del festival. Los otros tres son el británico Dj Harvey, la alemana Helena Hauff y la estadounidense transgénero Honey Dijon.

Programación musical y política

ARCHIVO | Los dos carteles, de día y de noche, del Nuits Sonores 2022, obra de Alexis Jamet
ARCHIVO | Los dos carteles, de día y de noche, del Nuits Sonores 2022, obra de Alexis Jamet

Solo como apunte de una programación procedente de los cinco continentes, citaremos Planetary Assault System (Luke Slater), Nicola Cruz, Danny L Harle, Kittin & The Hacker, Daniel Avery, Para One, Bicep, Moritz Von Oswald, Actress, Cakes da Killa o los barceloneses Bawrut y Mainline Magic Orchestra.

Y, simultáneamente, el NS Lab reunirá artistas, activistas y pensadores de toda Europa para contrastar la euforia musical con el mundo actual. El de dos años de virus planetario; el de la masacre de la Rusia de Putin en Ucrania; el de los más de trece millones de votos para la ultraderechista Marine Le Pen en las recientes presidenciales francesas. Así lo resumen en la editorial del laboratorio político de Nuits Sonores: “En la hora del retorno de la guerra en Europa y del trágico en la historia, del aumento de los autoritarismos y de los repliegues identitarios, de un ‘capitalocenio’ cuyos efectos se sufren en todo el planeta y con la urgencia climática… nunca la cuestión del rol de nuestros espacios de programación artística y de debate político, de la función de las plataformas que nos esforzamos en construir para religar artistas, activistas, filósofos y medios de comunicación europeos ha estado tan de actualidad”.

 

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